viernes, 25 de noviembre de 2011

Reflexiona: ponte las pilas



Aunque ya hace unas ediciones pasadas hablamos de la adicción a los videojuegos, hoy como cierre de esta revista y dándole un toque de reflexión les contare una historia que vívo con una persona muy cercana y he visto y me ha dolido su problema.

Se trata de un joven que cuando apenas contaba con 18 años de edad  se convirtió en padre, y siempre tuvo el apoyo de su madre, ella le consiguió trabajo y su vida estaba muy bien, tenía un bebe en camino y se caso con la madre de su hijo, el problema fue que se fueron a vivir a la casa de la mama de él. Después de que nació su hijo él se queda sin empleo, siempre fue amante de las llamadas maquinitas y videojuegos, la verdad es que era muy bueno en ese tema.

Todo empezó a marchar mal cuando en la próxima navidad su mama decide darle un obsequio a su hijo, le regalo una consola de videojuego Xbox. Desempleado y con todo el tiempo libre el comienza a dedicarle mucho tiempo a este aparato, juega con amigos en línea, conoce gente de otros países y forman un “clan”.

Este grupo de amigos le robaba mucho tiempo de su día, y con forme pasaban las semanas eran más horas las que estaba pegado a la consola, así paso el tiempo, pasaron años y él seguía desempleado pero con el apoyo económico de mama, su esposa estaba a su lado y su hijo crecía aprendiendo lo que veía en casa, videojuegos.
Como les digo, pasaron más o menos cinco años y todo seguía igual, pero la madre de él enfermó y cayó en cama, pero era ya tan fuerte la dependencia al juego que no busco salir de esa situación, pasado un mes de que su madre enfermo ella muere, lo lógico era pensar que si ya no tenía el apoyo de su madre, y tenía una familia por la cual seguir adelante se iba a poner las pilas y buscar un empleo para dejar de hacer nada y convertirse en el padre de familia que era.

Pero no fue así, ustedes se preguntaran… ¿Por qué su esposa aguanta esa situación? Pues yo también me he hecho tantas veces esa pregunta pero no logro comprender. Después de este golpe tan duro las cosas siguieron en las mismas, el metido en el juego. Ahora su esposa trabaja para mantener a su familia.
A él no se le ve la intención de cambiar su modo de vida, solo vive para el juego y sus amigos en línea, ahora pasa gran parte del día y de la madrugada enfrente del televisor con un control de Xbox en la mano y seguramente sus amigos están en la misma situación.

Esta historia es verídica, es de unas personas allegadas, y les quise compartir esta historia para que reflexionen. Cada adicción, no importa si son videojuegos, cirugías, celular, televisión o lo que sea que te cause una dependencia no es algo normal y que hay que poner atención ya que la dependencia excesiva de estos te cambia la vida. Así que ponte las pilas no te conviertas en un adicto de la tecnología.

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