Como bien sabemos, o tal vez no, la tecnología es un pilar para el avance en la educación, pero al decir tecnología muchos lo confunden y piensan que me refiero solamente a todo aquello que son las computadoras que se han estado adentrando cada vez más en la educación, pero no es solo eso, la tecnología en la educación va más allá todavía. No olviden que tecnología es casi o si bien es todo lo que usamos.
Desde los gises blancos y amarillos, los pizarrones verdes que solíamos ver antes en cada aula, que hoy en día ni nos acordamos de ellos y si los vemos nos parecen algo bastante viejo, ya que han sido cambiados por los famosos “pintarrones” y ahora en vez de los antiguos gises se utilizan marcadores especiales para escribir sobre ellos.
Si bien es verdad que las computadoras y todos estos nuevos y novedosos dispositivos informáticos, que se han estado implementando en las escuelas, nos resultan de gran ayuda a la hora del aprendizaje, pero sólo si se utilizan adecuadamente.
Actualmente contamos con miles de escuelas que manejan las nuevas tecnologías, cosa que es bastante buena para los alumnos, ya que se capta mayor su atención a la hora de las clases.
El título de la revista nos dice “Una buena adicción: Tecnología en la Educación”.
Hay quienes podrían preguntarse ¿Por qué adicción? Y ¿Por qué buena?
Lo que pasa es que en esta revista queremos dar a conocer cómo es que se encuentra la tecnología enlazada con la educación.
La educación es algo fundamental para el desarrollo mental de cada individuo y la tecnología facilita aun más la forma de aprendizaje para cualquier persona, así la ésta tenga dificultades para aprender, existen tecnologías que dan la posibilidad de que estas personas aprendan en base a productos especiales creados específicamente para que puedan, mediante su uso, desarrollar sus habilidades mentales.
Y… ¿por qué ponemos a la tecnología en la educación como una adicción?
En nuestros días y en nuestro país, México, las adicciones por cosas inútiles y dañinas aumentan, ¿y la educación dónde queda?
México, por desgracia, no es el país con más coeficiente intelectual. No hay muchas personas que les guste en verdad el estudio, muchos dejan su preparación educacional a medias y se dice según los noticieros que el bajo nivel de calidad de nuestra educación se debe a que no sabemos leer, y los libros tambien vendrían perteneciendo a la tecnología, tecnología que no aprovechamos. Es por eso que implementar la educación como una adicción, sería benéfico tanto como para la calidad de inteligencia del país así como la propia.
¡Pero que no cunda el pánico! Como diría nuestro famoso Chapulín Colorado.
Tampoco es que la adicción al estudio sea buena, pero ustedes saben lo que quiero decir con esto; hay que echarle ganas a estudiar, hay que tener ganas de sobresalir. Tampoco habrá que obsesionarnos con esa idea claro está, pues toda adicción es mala.