Los videojuegos son parte de las novedades que tenemos hoy en día, éste no es más que un programa diseñado para que interactúes solo o con varias personas por medio de un aparato ya sea la computadora, la famosa “maquinita” o maquina arcade, la videoconsola o el celular, que son los que podrán ejecutar el videojuego.
Esta adicción es más común en los niños o jóvenes que no les prestan mucha atención en sus casa, que quieren salir de sus problemas y se desquitan jugando horas y horas sin importarles lo que ocurre en el exterior ya que les hace olvidarlo. Esto ha generado una preocupante forma de dependencia para millones de personas jóvenes y niños.
Los juegos en red, que permiten enfrentar a otros jugadores en cualquier lugar del mundo, son los que ocasionan más dependencia, según varios psicólogos y psiquiatras, que calculan que la cantidad de jugadores conectados a la red es de uno en ocho.
Aunque faltan estudios científicos, se cree que el juego más exitoso, Halo 2, cuenta con más de un millón de jugadores en Internet. A comienzos de 2005, la cantidad de horas que los adeptos estaban conectados a la red se acercaba a los 100 millones, sólo para este juego.
La adicción a los videojuegos, que se caracteriza por el alejamiento de la vida social, ciertamente parece una adicción como a las drogas o al alcohol.
"Una joven mujer me admitió que deja a su bebé llorar durante horas mientras ella juega, otra se divorció de su marido ya que éste pasaba todo el tiempo jugando, un hombre perdió dos trabajos por los juegos en red", ejemplificó David Walsh director del Instituto Nacional sobre Medios y Familia en Mineápolis (Minesota, norte).
"Algunos adolescentes juegan hasta 70 horas por semana", agregó. Uno de los casos más graves es el de un muchacho que juega toda la noche "hasta dormirse a las cuatro o cinco de la mañana", dijo el psicólogo. "Cuando su madre le exige que se detenga, la amenaza de muerte o con suicidarse. El joven es tratado por un psiquiatra que por el momento ha recomendado que lo dejen jugar", agregó.
Los adolescentes son vulnerables a la atracción de los videojuegos ya en ellos se sitúan en el centro de la acción, lo que les permite compensar la falta de confianza en sí mismos, común a esa edad. "El sentimiento de control y dominio son elementos adicionales que afectan a los adolescentes", comentó Walsh.
La mayoría de los fanáticos afirman que podrían dejar de jugar si lo desearan y en general niegan la dependencia.