viernes, 30 de septiembre de 2011

Cambiando tu vida

Los juegos de vídeo…son como mundos inimaginables a los que podemos entrar y ser todo aquello que siempre hemos deseado; que nos muestra cosas y nos hace capaces de hacer lo que no nos atreveríamos como personas; que no ofrece ser villanos, héroes, asesinos, verdugos de zombis y los mejores corredores de autos; además que nos convertimos en la mejor estrella de rock, dominando casi cualquier instrumento con tan solo jugarlo 1 día. La tentación es más grande cuando encontramos uno que está a nuestra medida.
Debemos recordar que no todos los videojuegos son dañinos; hay algunos con material didáctico o de aprendizaje. Lo malo, son la manera en la que son utilizados. El pasar horas y horas tratando de matar al enemigo o buscando eso tan valioso, es lo que nos hace atrofiar nuestra cabeza pues estamos gastando nuestro tiempo en algo verdaderamente innecesario.
Son un buen pasatiempo, ya que desarrollamos ciertas habilidades, pero de igual manera perdemos algunas como lo son la creatividad y las emociones. Un estudio realizado en 2002 en Nihon, en una universidad japonesa el profesor de ciencias Akio Mori, hizo un estudio en 240 individuos, entre 6 y 29 años tratando de comprobar el impacto negativo de los videojuegos en las personas. Consistió en ponerlos a jugar, haciendo notar que en el funcionamiento de las ondas beta en medio de una conversación disminuía en la mayoría de los casos en el momento en el que empezaran a jugar. Al terminar de poner atención en el juego, se notaba como sus ondas beta empezaban a recuperarse. A pesar de no estar jugando, sus ondas beta se mantenían en cero casi todo el tiempo. Hay que recordar que las ondas beta son nuestra alerta máxima, encargadas de hacernos reconocer el miedo, la ansiedad; es el estado normal de nuestro cerebro al estar despiertos.
Pasamos del sencillo juego en el que dos barritas evitaban el paso de una pelota a los juegos más racistas y violentos; además de sexistas y sangrientos. Esos son los peligrosos, al exponernos a aprender y ver cosas a las que no estamos impuestos; además nuestra cabeza absorbe todo aquello que capta nuestro cerebro, principalmente si es por un medio audiovisual; entonces inconscientemente aprendemos todo lo negativo que nuestros ojos alcanzan a ver. Los más vulnerables a la influencia de los videojuegos son los niños pequeños, pues no tienen conocimientos avanzados y su inocencia es tan grande que sus habilidades para reconocer lo bueno y lo malo son escasas debido a su corta vida y pocas experiencias. Por eso, el sitio web www.videojuegos.us, especialistas en el tema y preocupados en el impacto de los pequeños, compartió algunas recomendaciones para los padres: 
1. Es importante que se conozca el contenido de los videojuegos que se adquiere así como sus instrucciones, lo que nos ayudará a elegir aquellos videojuegos más apropiados para cada edad.

2. Es recomendable la utilización de videojuegos existentes en el mercado, que no sean sexistas, violentos o racistas.

3. Fomentar el uso de videojuegos que permitan la participación de más de un jugador.

4. Limitar el tiempo del uso de los videojuegos. Es recomendable que se juegue entre 30 a 60 minutos por día, dependiendo de la edad del niño.

5. No olvidemos que el juego y sus recursos deben variar, por lo tanto el adulto procurará que el niño diversifique el juego y sus objetos de juego.

6. Se debe procurar que durante la utilización de los videojuegos, así como en muchas otras actividades lúdicas, los padres y maestros se involucren durante el juego, de tal manera que sean coparticipes en ésta actividad.

Por eso, así como otras actividades que los hijos realizan, los padres siempre tienen que estar pendientes en lo que hacen sus hijos, y por supuesto los videojuegos no son la excepción, ya que con esa atención pueden evitarle traumas severos, pensamientos violentos y además que sean los causantes de bullying, ya que como sabemos, la violencia es el principal atractivo.

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