¿Qué es la heroína?
La heroína es una droga derivada de la planta amapola y pertenece a una clase de drogas denominada “opiáceos”. En el siglo XIX los opiáceos eran remedios populares, usados para calmar afecciones y dolores de diferente tipo y se podían comprar sin prescripción médica en muchos comercios de EEUU y Europa.
Algunos opiáceos son naturales como la morfina, opio y codeína mientras otros son sintéticos, es decir, elaborados en el laboratorio a partir de la amapola demerol, metadona, entre otros.
La heroína es un opiáceo semi - sintético: es producida a partir de la morfina a través de un proceso químico y es aproximadamente 3 veces más fuerte que ésta.
Cuando se consume por vía intravenosa, esta sustancia de gran potencia alcanza rápidamente el cerebro y produce un “flash” o “hit”, como se le llama habitualmente a su efecto inmediato.
La heroína puede presentarse en forma de polvo blanco o como una pasta o goma marrón (dependiendo de la procedencia y del proceso de elaboración que haya tenido).
La heroína marrón debe ser disuelta con un ácido como la vitamina C antes de ser inyectada. Esta es además mejor variedad para ser fumada.
La que vende en la calle por lo general no es heroína pura sino que está cortada con otras sustancias. La heroína pura se "corta" así con otros opiáceos sintéticos, esto puede generar complicaciones a quien la consume, porque seguramente el usuario no va a tener el efecto que está buscando a la vez que se va a colocar en una situación de mayor riesgo de sobredosis y otras reacciones adversas.
La heroína puede fumarse, inyectarse o inhalarse. Las dos primeras vías de administración son las de acceso más rápido al cerebro y por lo tanto las que producen efectos en menor tiempo.
Cuando se fuma, es calentada sobre un papel de aluminio y con ayuda de algún instrumento se inhalan sus vapores por la nariz o la boca.
La vía intravenosa es la forma más riesgosa de consumir heroína ya que entraña un riesgo elevado de sobredosis dado que la totalidad de la sustancia entra en el flujo sanguíneo de una sola vez, puede ser inyectada directamente a través de las venas, indirectamente a través de los músculos, o en forma de inyección subcutánea. Cada uno de estos métodos tiene sus propios riesgos.
Al igual que todos los opiáceos, es un potente analgésico que hace que el usuario tenga menos conciencia y pueda tolerar mejor los dolores y afecciones físicas y emocionales. Así, a altas dosis produce una importante sedación.
Como efectos desagradables que a veces puede generar el consumo de heroína podríamos mencionar: estreñimiento, nauseas, respiración enlentecida, disminución del deseo sexual. Por otra parte, las mujeres pueden experimentar períodos irregulares o incluso dejar de tenerlos.
Riesgos puede del consumo
Uno de los riesgos que entraña el consumo de heroína es que su uso regular tiene altas probabilidades de generar tolerancia y por lo tanto dependencia física y síndrome de abstinencia ante la interrupción del consumo.El uso de heroína pura no causa por sí mismo daños serios a largo plazo para la salud del usuario.
Se pueden generar también daños a la piel y los músculos como absesos, celulitis y otras lastimaduras relacionadas con las prácticas de inyección. Como consecuencia del uso repetido pueden colapsar también las venas y quedar inutilizables para futuras inyecciones.
Otro de los riesgos asociados a las prácticas de inyección es que el inyectarse accidentalmente en un nervio puede producir parálisis, y el inyectarse en una arteria puede provocar importantes pérdidas de sangre.
Fuente: d-lamente.org
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